25 – febrero
Buenos días familia,
Como cada mañana, nos hemos pegado un buen madrugón; al
levantarnos, nos hemos ido a asear y, después de recoger la habitación, hemos
bajado al comedor del albergue. Allí nos esperaba el estupendo desayuno que
cada día nos preparan las cocineras, perfecto para cargar las pilas. Hoy el
tiempo tenía también mala pinta, así que antes de salir, los responsables del
albergue han hablado con la estación. Les han dicho que caía algo de nieve,
pero que no había nada de viento, con lo que se podía esquiar bien. Así que nos
ha venido a buscar el autobús, para irnos a las pistas.
Al llegar a la estación, enseguida hemos empezado a dar clase;
ya que nos han dicho que intentaríamos recuperar las horas de clase que no
pudimos dar ayer.
En un día con tanta nieve, Alfredo (el monitor del albergue que nos acompaña a pistas todos los días) se sintió inspirado; y que manera mejor para contaros cómo hemos pasado el día en las pistas que con estas “odas” que nos compuso:
En un día con tanta nieve, Alfredo (el monitor del albergue que nos acompaña a pistas todos los días) se sintió inspirado; y que manera mejor para contaros cómo hemos pasado el día en las pistas que con estas “odas” que nos compuso:
“Nevando a tope. Chupidos aguantamos el
temporal, que día para recordar. Hacemos
cinco horas de clase, para recuperar las que no pudimos dar ayer y mañana, no
sabemos qué tiempo hará, así que a aguantar”.
“Después de comer, a ver nevar; que de esquiar
no queremos oír hablar. Jolín como está nevando, que hasta los esquís está
enterrando. Nada de soñar que nos mandan a esquiar un rato más, y hasta los calzones
vamos a mojar. A pesar de todo, que bonito es ver nevar”.
¡Menudo poeta tenemos con nosotros! Por la tarde, tal y
como dice Alfredo, no pudimos esquiar más, ya que empezó a llover. Así que nos
bajamos al parking de Panticosa y estuvimos jugando con la nieve. A pesar de no
poder esquiar, nos lo pasamos en grande.
Más tarde, bajamos a merendar al albergue. Una vez allí,
como no podíamos salir a la calle, nos quedamos haciendo unos talleres de
manualidades con Arturo, Antonio, Cristina y Esther. Aprendimos a hacer “puntos
de libro”; cogiendo materiales de lo más corriente, nos han enseñado a hacer
auténticas obras de arte. ¡Ha sido una chulada!
Ya por la noche, nos hemos juntado todos en la recepción.
Antonio nos ha explicado que íbamos a jugar a “Celina 2.0”. Celina es un espíritu protector que ronda por
el albergue, cuidando de los niños que se alojan en el mismo. Así que, con
ayuda de unos videos y pruebas, hemos estado ayudando al fantasma en todo lo
que nos pedía. Al principio nos ha dado un poco de miedo, pero en seguida hemos
visto que es un espíritu bueno y nos lo hemos pasado genial.
¡Menudo día más movido! Estoy súper cansado, así que nos
vamos ya a la cama, que son las 23.00 horas.
Buenas noches, un besazo,
No hay comentarios:
Publicar un comentario